La vida saludable y yo no éramos compatibles (o eso creía yo), nunca fui deportista, nunca me interesé por alimentarme bien, algunas veces cuando tenía alguna fiesta hacía una dieta que al final no me servía para nada.

Pero hace 8 años la historia cambió. Me fui a vivir fuera del país por 6 meses y me subí 15 kilos. Eso fue un golpe muy fuerte, porque experimenté algo que nunca me había pasado, me sentía insegura viéndome al espejo, y por eso dije “lo voy a intentar”.

Pase por todas las dietas y me fui a los extremos, hasta que poco a poco empecé a entender que una vida saludable no es una vida llena de sacrificios, todo lo contrario, cuando encuentras el balance, es lo mejor que te puede pasar. Empecé a hacer ejercicio poco a poco, llenaba un cronograma y lo pegaba frente a mi cama para motivarme, me ponía metas a corto plazo, empecé a hacer recetas saludables y aquí estoy 8 años después!!

Cuando empecé a ver resultados no quise parar nunca, empecé a aprender sobre nutrición y entrenamiento. Actualmente me estoy certificando en entrenamiento funcional y nutrición para pérdida de grasa en el FHI (Fitness & Health Institute).

El ejercicio me dejó ver mi mejor versión, todo empezó por un físico pero después de un tiempo eso paso a un segundo plano, la vida saludable me convirtió en una persona disciplinada, berraca, y echada pa’ lante. Ahora es tu turno!